SOBRECALENTAMIENTO DEL MOTOR
El calor es el peor enemigo de un motor. El calor puede deteriorar la calidad del aceite, dañar los pistones, los sellos de válvula, los anillos, y muchas otras piezas del motor, por lo que no es de extrañar que el sobrecalentamiento sea una causa muy común de fallas del motor y de reclamaciones en garantía.
La causa más común de sobrecalentamiento es la pérdida de refrigerante, a menudo debido a un radiador en mal estado o con fugas, o a mangueras dañadas. Un motor puede sobrecalentarse si el termostato deja de funcionar (una buena razón para usar termostatos a "prueba de fallas"); también se puede producir el sobrecalentamiento si el sistema de refrigeración no se llena correctamente después de instalar un motor remanufacturado o al cambiar el líquido refrigerante (al crearse bolsas de aire en el block).
El motor también puede sobrecalentarse si hay una obstrucción en el radiador o si el ventilador falla, si hay obstrucciones en el sistema de escape, si tiempo de ignición es incorrecto o si la mezcla de combustible no es la adecuada.
Los síntomas reveladores de un severo sobrecalentamiento pueden incluir deformaciones de pistón y raspaduras, vástagos de válvula tallados, guías de válvulas dañadas, y/o cabezas de motor deformadas o fracturadas. Sin embargo, estas condiciones también pueden ser atribuidas a otros factores como ensamble de motor con tolerancias fuera de especificaciones o una deficiente lubricación.
Por lo anterior, es de suma importancia determinar si un motor con fallas ha sido sobrecalentado (independientemente de la causa). En Meximotor tenemos la solución precisa para este problema
PASTILLAS TÉRMICAS
Una pastilla térmica puede proporcionar dicha información al indicar si el motor operó a una temperatura superior a la máxima temperatura permitida por el fabricante.
Una pastilla térmica típica de un motor a gasolina tiene un centro de plomo que se funde a los 121°C–124°C. Si el motor ha alcanzado una temperatura tal como para fundir el centro de la pastilla térmica, los daños que sufra serán consecuencia de una mala operación o un deficiente funcionamiento del sistema de enfriamiento. También hay pastillas térmicas para motores marinos, las cuales se funden a los 86°C–89°C, y para motores diesel, las cuales se funden a los 107°C–110°C.
Las pastillas térmicas, cuando se utilizan correctamente, proporcionan un deslinde de responsabilidades más certero y justo en casos de sobrecalentamiento de motor. La validez de las pastillas térmicas como un medio fiable para determinar el funcionamiento del motor a temperaturas excesivamente altas, ha sido probada con éxito incluso casos judiciales en los Estados Unidos.
Las pastillas térmicas se pueden colocar casi en cualquier parte del block o de la cabeza de motor. Lo mejor es instalar una pastilla en el block y una más en la cabeza o cabezas del motor (una pastilla en cada cabeza)
Las pastillas térmicas se deben colocar en lugares en los que se obtiene una buena indicación de la temperatura media del motor, y lejos de los puertos de escape, múltiples o tuberías. También deben estar ubicadas en un lugar protegido para que no se dañen accidentalmente o se caigan durante la instalación del motor o durante el uso normal. Una buena ubicación es en los tapones de agua. Para el caso de cabezas de motor sin tapones de agua, una buena ubicación es cualquier superficie plana lejos de los puertos de escape.
Las pastillas térmicas más comunes son pequeños círculos o triángulos de metal que se adhieren al block o a la cabeza con adhesivo resistente a altas temperaturas. Para una fijación segura, la superficie de montaje en el motor debe estar limpia, sin aceite, suciedad o grasa.
Un punto muy importante a tener en cuenta es asegurarse de que el instalador de motores entiende la razón por la cual se han instalado en el motor una o más pastillas térmicas. Debe saber que la garantía del motor se invalida si la pastilla indica un sobrecalentamiento, o si se ha retirado la pastilla de su lugar.
